Pepe necesita saber cuál es el número áureo para que su abuelo pueda terminar su crucigrama. En "El reloj parado", una tienda de antigüedades, le dan cuerda a Gervasia, una antigua armadura de samurai, y ella le da la respuesta. Gervasia se va con Pepe a su casa, juega al fútbol con él y resulta muy útil. Para ayudarlo con su prueba de literatura, adopta la forma de Pepe y deja a todos boquiabiertos. Pero un día la armadura decide que es momento de regresar a la tienda. Esta simpática historia recupera magistralmente la tradición hispana de la picaresca.
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